Cada vez son más los pasajeros que eligen el subte mientras merma la calidad del servicio. Más que nunca, el viajar no es un placer. Ver galería de imágenes.
Cátedras Abiertas viajó en la línea D desde Palermo hasta Agüero para analizar el principal reclamo hacia Metrovías: la excesiva cantidad de pasajeros por vagón. La empresa determina que el problema es que cada vez más gente viaja en subte.
En una nota del diario La Nación , la vocera de Metrovías, Lucila Maldonado, consideró que hay un record de cantidad de gente transportada y que nunca, desde el inicio de la concesión, viajaron tantos pasajeros.
“Hoy en día es casi imposible viajar en subte a la mañana, pero a mí no me queda otra. Yo llego a la estación y dejo pasar el primer tren porque no entra más nadie. En el segundo me mando como si fuera un jugador de rugby, porque en realidad tampoco entraría. Creo que lo que me pasa a mí es lo que le pasa a la mayoría. ¡Ah!, y no va a faltar alguien que se queje porque lo pisaste”, expresó la usuaria del subte Glenda Berdou.
Según Clarín la línea D (que une las estaciones de Congreso de Tucumán con Catedral) es la que más pasajeros transporta. En la misma nota el diario brinda una encuesta realizada a un total de 11.709 personas respecto de si se viaja peor que antes en el subte. El 85, 1 % respondió que sí, mientras que el 14.9 % consideró lo contrario.
“Ya no sólo tenemos que aguantar demoras e interrupciones del servicio. Ahora sí o sí hay que acostumbrarse a viajar como sardinas enlatadas. Salí de mi casa con sobretodo y sweater y ahora estoy de remerita. Yo no puedo llegar a trabajar todo transpirado”, dijo Matías Tonello al bajarse en la estación Agüero y agregó: “¿Podés creer que ahora tienen la manía de frenar un rato antes de llegar a la estación?”.
En cada una de las paradas siempre hay una gran cantidad de gente que “lucha” por entrar a los vagones y otras se resisten, deciden esperar el próximo tren. Aunque, finalmente, la decisión de subir debe ser empujando hasta ser uno más de los que produce la sobrecarga de los vagones.
En entrevista con Cátedras Abiertas, Federico Rossiter, del departamento de prensa de Metrovías, manifestó que hay tres áreas que se hacen cargo del funcionamiento de los subtes: Metrovías, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el Estado Nacional. Por este motivo, Metrovías no admite todos los reclamos, ya que las primeras líneas (que la empresa mejoró) corresponden al Estado Nacional y las líneas nuevas corresponden al GCBA, como es el caso de la línea D desde 1997.
“La hora pico es complicada para todos los medios de transporte. Las medidas para mejorar deberían venir del sistema de transporte de la Ciudad. Hubo adelantos por parte de Metrovías. Se crearon escaleras mecánicas, el Subte Pass/Monedero agilizó el trámite de viajar, se arreglaron las vías y el sistema de señales. Además, hubo mejoras en la frecuencia”, consideró Rossiter.
Según datos aportados por Metrovías, en 1994 viajaban 7 mil pasajeros por día hábil. Actualmente, se ha duplicado esa cifra. La empresa manifestó abiertamente que no tiene intención de hacerse cargo de todos los reclamos, y asegura que no son tantos como antes. Mientras tanto, un millón y medio de personas viajan cada día en condiciones lamentables y hasta insalubres.
En una nota del diario La Nación , la vocera de Metrovías, Lucila Maldonado, consideró que hay un record de cantidad de gente transportada y que nunca, desde el inicio de la concesión, viajaron tantos pasajeros.
“Hoy en día es casi imposible viajar en subte a la mañana, pero a mí no me queda otra. Yo llego a la estación y dejo pasar el primer tren porque no entra más nadie. En el segundo me mando como si fuera un jugador de rugby, porque en realidad tampoco entraría. Creo que lo que me pasa a mí es lo que le pasa a la mayoría. ¡Ah!, y no va a faltar alguien que se queje porque lo pisaste”, expresó la usuaria del subte Glenda Berdou.
Según Clarín la línea D (que une las estaciones de Congreso de Tucumán con Catedral) es la que más pasajeros transporta. En la misma nota el diario brinda una encuesta realizada a un total de 11.709 personas respecto de si se viaja peor que antes en el subte. El 85, 1 % respondió que sí, mientras que el 14.9 % consideró lo contrario.
“Ya no sólo tenemos que aguantar demoras e interrupciones del servicio. Ahora sí o sí hay que acostumbrarse a viajar como sardinas enlatadas. Salí de mi casa con sobretodo y sweater y ahora estoy de remerita. Yo no puedo llegar a trabajar todo transpirado”, dijo Matías Tonello al bajarse en la estación Agüero y agregó: “¿Podés creer que ahora tienen la manía de frenar un rato antes de llegar a la estación?”.
En cada una de las paradas siempre hay una gran cantidad de gente que “lucha” por entrar a los vagones y otras se resisten, deciden esperar el próximo tren. Aunque, finalmente, la decisión de subir debe ser empujando hasta ser uno más de los que produce la sobrecarga de los vagones.
En entrevista con Cátedras Abiertas, Federico Rossiter, del departamento de prensa de Metrovías, manifestó que hay tres áreas que se hacen cargo del funcionamiento de los subtes: Metrovías, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el Estado Nacional. Por este motivo, Metrovías no admite todos los reclamos, ya que las primeras líneas (que la empresa mejoró) corresponden al Estado Nacional y las líneas nuevas corresponden al GCBA, como es el caso de la línea D desde 1997.
“La hora pico es complicada para todos los medios de transporte. Las medidas para mejorar deberían venir del sistema de transporte de la Ciudad. Hubo adelantos por parte de Metrovías. Se crearon escaleras mecánicas, el Subte Pass/Monedero agilizó el trámite de viajar, se arreglaron las vías y el sistema de señales. Además, hubo mejoras en la frecuencia”, consideró Rossiter.
Según datos aportados por Metrovías, en 1994 viajaban 7 mil pasajeros por día hábil. Actualmente, se ha duplicado esa cifra. La empresa manifestó abiertamente que no tiene intención de hacerse cargo de todos los reclamos, y asegura que no son tantos como antes. Mientras tanto, un millón y medio de personas viajan cada día en condiciones lamentables y hasta insalubres.
Ver La aventura de viajar en subte en un mapa más grande
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