19.4.10

El arte de contar la historia detrás de la historia

Durante la última jornada de actividades especiales dentro del marco del Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI), Peter Kerekes, dialogó acerca de sus películas exhibidas durante la 12ª edición del Festival: 66 Seasons y Cooking History.



Kerekes es un documentalista eslovaco, nacido durante el periodo en el que República Checa y Eslovaquia eran una unidad política. Sus abuelos, ambos militares, lucharon en la Segunda Guerra Mundial en bandos enfrentados. De las historias que le contaban cuando Peter era chico nació el germen de sus documentales.

66 Seasons pretende ser un regalo a su abuela tras la muerte de su marido. Surge a partir de una anécdota que ella siempre le relataba: “mi bisabuelo quería mudarse cerca del mar durante el Imperio Austro-húngaro, él era militar y por error en los papeles lo trasladaron a Kosica, bien en el centro del país y muy lejos del mar, por lo que tuvo que conformarse con refrescarse en la pileta”.

El título del documental hace referencia al tiempo que transcurrió desde que la pileta fue inaugurada en 1936 hasta que la película fue filmada. Durante los 66 años el escenario es el mismo, pero los relatos de los protagonistas se modifican fuertemente según la época que se trate: Segunda Guerra Mundial, la invasión rusa, el fin del comunismo, el desmembramiento de Checoslovaquia.

La idea principal de la película es sobre cómo el pasado y los recuerdos se mantienen presentes en la actualidad. Para ello utiliza un recurso que le otorga una particularidad y originalidad que hacen atractivo al filme más allá de la historia que narra. Las memorias del pasado no son contadas por medio de los personajes, si no que son recreadas por ellos mismos o través de personas a las que encuentran parecidas. Todo este proceso de construcción de la historia es evidente para el espectador, algo que no ocurre muy a menudo en los documentales.

Por otra parte, Cooking History es un documental sobre las diversas guerras que ha sufrido la humanidad en Europa del Este y Francia luego de la Segunda Guerra Mundial, contadas desde un punto de vista muy particular, el de 13 cocineros de los distintos ejércitos en combate. A lo largo de la película son varios los mensajes que Kerekes intenta transmitir a la audiencia y algunos muy fuertes: “al principio cuando vemos al cocinero alemán hacer el pan, pareciera que es un hombre bueno y maravilloso que nos da su receta, pero por otra parte vemos que está haciendo el pan para el ejército alemán que después marchó por Europa y realmente la destruyó, esa es una de las ideas principales de la película uno puede hacer cosas realmente maravillosas pero hay que ver para qué o quién las hace”.

Durante la presentación, Peter Kerekes también se refirió a la realidad del cine eslovaco y a su poca repercusión o circulación en el ámbito cinematográfico. Según el realizador esto se debe a una cuestión económico financiera, ya que a partir de la separación de Checoslovaquia, los recursos se dirigen hacia la producción de “programas tontos de televisión o campañas publicitarias políticas”. Como consecuencia el cine eslovaco casi desaparece, porque durante un largo tiempo sólo se estrenaba una película por año. De todos modos, según Kerekes "esta mala situación fue buena para muchos documentalistas que con muy poco presupuesto podían filmar muy buenas películas sin tener en cuenta los intereses de las grandes productoras cinematográficas".

La charla fue moderada por Fernando Chiapussi, periodista y programador del evento, y se llevó a cabo en Espacio Bafici.

Notas relacionadas: Finalizó la 12ª edición del BAFICI



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