Por Lautaro Maislin, Elena Newkirk y GonzaloTorresagasti
Vino a la Ciudad como jurado y seguidora del cine indepentiente difundido por el BAFICI. Dio una conferencia en la que se abordó a fondo cuál es el detrás de cámara de una actriz apasionada, graduada de Yale, pero con un talento natural que trasciende lo académico.
Como cada año desde 1999, el BAFICI trae a la agenda cultural porteña una gran variedad de propuestas en cuanto a innovaciones en el cine independiente. Este año, el festival incluyó una conferencia ofrecida por la neoyorquina Angela Bassett y moderada por el periodista Osvaldo Bazán. Se realizó un seguimiento de la carrera de la actriz a través del trabajo específico de construcción de los personajes. Bassett ofreció su perspectiva respecto de cómo se desarrolla la carrera de un actor en el tiempo, y qué trabajo demanda ese proceso. Se trató de abordar los fundamentos detrás de un guión, de una ficción y de una crítica. En esta nota, todo sobre una charla con una señora actriz que, más allá de los nervios iniciales que la mostraron seria y mujer de pocas palabras, regaló a los presentes un momento de mucho teatro y vocación.
Una primera instancia de la conferencia llevó a Bassett a contar cuál considera que fue su primer motor que la llevó a esta profesión. Aseguró que, desde las primeras obras de las que participó en su infancia, la reacción del público, un aplauso, la ovación, la retroalimentación inmediata fue lo que la empujó a "seguir volviendo a eso". En lo que se refiere a las primeras experiencias laborales, la actriz habló de "trabajos de supervivencia" en un salón de belleza o en una revista, en los que se intercalaban castings y llamados a escondidas a potenciales empleadores. Explicó que las llegadas en demora a todos lados y la ansiedad por lograr iniciarse en su camino eran condimentos básicos de su rutina.
Paralelamente, se entiende que un elemento fundamental en toda profesión actoral es la capacidad de llevar a cabo escenas de gran intensidad emocional y, más aún, lograr concretarlas con un resultado efectivo. En referencia a esto, Bassett habló de la necesidad extrema de interiorizarse al máximo respecto del personaje que se busca desarrollar. Explicó la importancia de acumular energía, ideas y sensaciones respecto de los involucrados y de la situación en general, y mantenerlas a flor de piel. ¿El objetivo? Lograr que cuando el director grite "¡bueno, luces, sonido, velocidad, acción, vamos!", todo pueda fluir de la mejor manera. Por otra parte, Bassett hizo referencia a que, cuando se trata de interpretar a alguien que sí existió en la vida real, el compromiso es aún más grande. La actriz aseguró que es preciso conocer a fondo la mayor cantidad de datos bilbiográficos de la persona, saber sobre su vida, entender cómo fue el accionar y la reflexión de la persona. Destacó que "un guión es una muestra de sólo dos horas, que no dice todo sobre cómo fue la persona".
Vale destacar la noción de entrega que la actriz defendió a capa y espada a lo largo de toda la conferencia. Hizo hincapié en lo imperioso de darse de lleno a la escena. Bassett describió cómo, además de una obvia necesidad de estudio, se requiere llegar a lugares muy íntimos sobre lo que a uno le pasa, lo que uno siente en su vida personal y en relación a la escena: "escuchaba una canción triste o me retiraba las lentes de contacto para poder ver a quien yo quisiera en escena, así lograba estar movilizada al momento de actuar". Explicó que "si tenés un mal día, debés usar eso en la escena", y aseguró que, si algo malo ocurre en la vida, esa sensación "puede servir en algún momento en el futuro".
Otro aspecto clave en la vida de un actor profesional es la fama y cómo uno coexiste con la idea de que se pasó a ser una persona reconocida en el ambiente y la sociedad. Bassett confesó que, inicialmente, su audiencia predominante era "familia y amigos". Y añadió que, en su caso, la única gran diferencia radicó en que "a su cara se le asignara un nombre". La actriz explicó que, de repente, gente de peso en el ambiente la empezó a reconocer, por lo que aseguró que -si bien fue una gran oportunidad- tuvo que lidiar con ser encacillada en un único tipo de rol actoral, y declaró que la perturba que "piensen que saben qué es lo que se puede hacer", siendo esto una limitación. Sin ir más lejos, la actriz habló de cómo la motiva la idea de pasar, por un rato, al detrás de cámaras, y probar con un rol nuevo, el de directora.
En definitiva, no se puede negar la característica multifacética de Angela Bassett, una mujer que sabe cómo brillar en la alfombra roja de Hollywood, y que entiende y ama a la profesión, más allá de los reflectores. Estuvo en el BAFICI y habló con periodistas y fanáticos. Esta es la huella de una actriz distinta, que nos dejó su testimonio de amor indefectible hacia la profesión.
No se escucha el audio.
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