Para conmemorar el Día del Periodista en la Facultad de Ciencias de la Educación y la Comunicación Social, el periodista y conductor Rolando Graña fue entrevistado por su compañero de trabajo y profesor de la casa Hugo Macchiavelli y luego respondió a las preguntas de los profesores y alumnos de la Universad del Salvador. La charla, gestionada por la directora de la carrera de periodismo Erica Walter, se centró en el uso de la cámara oculta y el periodismo de investigación.
Por Gastón Cavanagh y Laura Pérez Portela
Un poco más avejentado en comparación a como luce en televisión, el conductor de GPS Rolando Graña comentó que la televisión tiene el poder de mostrar las caras y afirmó sobre las cámaras ocultas: “Cuando uno ve la cara al estafador para ese tipo no es lo mismo. Haberse visto ante miles de personas, su vida no sigue igual”.
Graña se despreocupó por los juicios que eventualmente pudieran hacer las personas denunciadas en sus cámaras y destacó que no prosperan. Pero también admitió que los canales se desentienden y que la responsabilidad recae en los periodistas.
Argumentó que la cámara oculta es un documento de contundencia porque lo que está grabado es indiscutible y permite que inmediatamente la Justicia actúe de oficio. Con respecto a los límites, dijo que nunca graban a menores ni se invade el espacio privado.
El entrevistador del encuentro, Hugo Macchiavelli, también respondió a esta pregunta del público y justificó la herramienta que habitualmente usan en GPS. “La cámara oculta provee elementos irrecusables y sirve para determinados delitos que serían imposibles probar. En general, no es la única prueba”, advirtió el profesor.
En referencia al periodismo de investigación, Rolando Graña explicó: “Para que haya un buen periodismo de investigación tiene que haber valor agregado, valor agregado en dos sentidos. En términos de primicia de que uno recupera un dato, una historia y también en términos de narración”.
A su vez, opinó: “Es muy difícil contar hechos atractivos. Nosotros nos cansamos de recibir historias que no soportarían estar en la tele”. Luego citó el caso del trafico de armas como ejemplo.
El periodista que fue cuestionado por censurar al resumen de noticias TVR cuando era gerente de Programación del canal América, también defendió su obsesión por las notas sobre el alcohol y la violencia y explicó que estos problemas recorren la espina dorsal de toda la sociedad y que son masivos.
Por otra parte, recordó que muchos lo acusaron de sensacionalista cuando comenzó hace dos o tres años atrás a cubrir estos temas y afirmó que hoy todos los noticieros tienen estas notas.
El conductor además dijo que él se reveló contra el “lenguaje paper” que encubre el traumatismo de los hechos y destacó el papel de la imagen para mostrar estos acontecimientos dolorosos.
Con respecto al Día del Periodista, el entrevistado contó que tenia un valor muy especial porque su padre murió justo un 7 de junio. Además, reveló que él creyó durante casi toda su vida que su papá trabajaba como empleado administrativo hasta que su mamá le comentó que también era periodista.
Graña se despreocupó por los juicios que eventualmente pudieran hacer las personas denunciadas en sus cámaras y destacó que no prosperan. Pero también admitió que los canales se desentienden y que la responsabilidad recae en los periodistas.
Argumentó que la cámara oculta es un documento de contundencia porque lo que está grabado es indiscutible y permite que inmediatamente la Justicia actúe de oficio. Con respecto a los límites, dijo que nunca graban a menores ni se invade el espacio privado.
El entrevistador del encuentro, Hugo Macchiavelli, también respondió a esta pregunta del público y justificó la herramienta que habitualmente usan en GPS. “La cámara oculta provee elementos irrecusables y sirve para determinados delitos que serían imposibles probar. En general, no es la única prueba”, advirtió el profesor.
En referencia al periodismo de investigación, Rolando Graña explicó: “Para que haya un buen periodismo de investigación tiene que haber valor agregado, valor agregado en dos sentidos. En términos de primicia de que uno recupera un dato, una historia y también en términos de narración”.
A su vez, opinó: “Es muy difícil contar hechos atractivos. Nosotros nos cansamos de recibir historias que no soportarían estar en la tele”. Luego citó el caso del trafico de armas como ejemplo.
El periodista que fue cuestionado por censurar al resumen de noticias TVR cuando era gerente de Programación del canal América, también defendió su obsesión por las notas sobre el alcohol y la violencia y explicó que estos problemas recorren la espina dorsal de toda la sociedad y que son masivos.
Por otra parte, recordó que muchos lo acusaron de sensacionalista cuando comenzó hace dos o tres años atrás a cubrir estos temas y afirmó que hoy todos los noticieros tienen estas notas.
El conductor además dijo que él se reveló contra el “lenguaje paper” que encubre el traumatismo de los hechos y destacó el papel de la imagen para mostrar estos acontecimientos dolorosos.
Con respecto al Día del Periodista, el entrevistado contó que tenia un valor muy especial porque su padre murió justo un 7 de junio. Además, reveló que él creyó durante casi toda su vida que su papá trabajaba como empleado administrativo hasta que su mamá le comentó que también era periodista.
Graña fue acompañado a la charla por parte de su equipo de trabajo de su programa GPS y también por su mujer Cielo Latini y la hija de ambos Adolfina. Por otra parte, al encuentro asistieron alumnos de las carreras y los Ciclos de Publicidad, Relaciones Públicas y Periodismo
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