18.8.10

Pese a los controles, hay muchas publicidades ilegales en el espacio público porteño

Tras la modificación de la Ley de Publicidad Exterior en septiembre de 2009 se incrementó el número de dispositivos ilícitos. Un proyecto del Gobierno porteño autorizó una mega pantalla en infracción.


Karina Deschapms - prensa Dirección General de Ordenamiento del Espacio Público


Según un informe sobre la evolución de la inversión de la Asociación Argentina de Agencias de Publicidad (AAAP), la vía pública ocupa el cuarto lugar en el mercado publicitario nacional. En 2009 se invirtieron allí cerca de 741 mil pesos, el triple que hace una década y la cifra más alta registrada hasta ahora. A la par del aumento continuo en la cantidad de anuncios ha crecido el número de vallas, afiches y marquesinas ilegales en varias zonas de la ciudad.

Además de la falta de habilitación, las infracciones más comunes se comenten con el lugar de ubicación y el incumplimiento en los tamaños que estipula la Ley 2.936 de Publicidad Exterior, sancionada en 2008 por la Legislatura porteña, que fue modificada el año pasado. Según Karina Deschamps, miembro del equipo de prensa de la Dirección General de Ordenamiento del Espacio Público, “hay muchas publicidades ilegales porque a las que ya estaban se sumaron las que quedaron en infracción tras la reforma de la Ley”. Y asegura que el plan de acción de la Dirección “es hablar con los vecinos y darles la oportunidad de que se autorregulen”, de lo contrario, cualquier dispositivo en infracción “debe ser retirado 10 días después de la notificación al comerciante por parte de un inspector”.

Sin embargo, al recorrer las principales zonas comerciales y algunas residenciales se observan diversos ejemplos de incumplimiento que llevan años ahí (galería). Por otra parte, en el caso de las gigantografías y carteles luminosos ubicadas en las avenidas y autopistas es discutible su contribución a la polución visual -un tema no contemplado en la Ley 2.936- y, como señala una publicación del Centro Argentino de Experimientación y Seguridad Vial (CESVI), se consideran distracciones para los conductores.



El caso de la pantalla en la 9 de Julio

En plenos festejos por el Bicentenario, Coca Cola inauguró frente al Obelisco un gigantesco cartel luminoso de tecnología led, el más grande en Sudamérica. Su puesta en marcha había sido acompañada por el jefe de gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, y el ministro de Espacio Público, Diego Santilli.

Sin embargo, el gigante de unos 600m² que le había significado a la empresa una inversión de unos u$s 7 millones fue apagado el 16 de junio por intimación del juzgado en lo Contencioso Administrativo Número 2, a cargo del juez Roberto Gallardo. "Este es un cartel ilegal porque no cumple con habilitaciones", señaló Aníbal Ibarra, uno de los legisladores que impulsó la denuncia junto a Eduardo Epszteyn y Martín Hourest.

Pese al dictamen legal, Deschamps aseguró que “nosotros revisamos la Ley de Tránsito y constatamos que no infringía ninguna norma, porque la 9 de Julio no es una vía rápida y la cartelería está permitida en ese lugar. Gallardo se agarró (sic) de que era nocivo para el medio ambiente. También revisamos esa Ley antes de ponerlo, porque una empresa no va a invertir u$s 7 millones si no se ha constatado que está permitido” (audio).

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